Fuente: http://www.greenpeace.org
A principios de los 80´, un pequeño grupo de expertos en reciclaje comenzó a hablar acerca de la idea del “reciclaje total”. De estas deliberaciones se llegó al concepto de “basura cero”. En 1990, activistas de Filipinas ya utilizaban el término “Basura Cero”. Una de las primeras políticas formales de “basura cero” fue creada en 1995, cuando Canberra, Australia, promovió el objetivo “Ningún desecho en el 2010”. Desde 1995, la propuesta “Basura Cero” ha sido promovida como objetivo por gobiernos en Nueva Zelanda; Dinamarca; Seattle, Washington; el condado Del Norte, California; San Francisco, California; el condado de Santa Cruz, California; Edmonton, Alberta; Ottawa, Ontario; y Nova Scotia. Asimismo, una serie de empresas nacionales e internacionales adoptaron algunos de los principios de “Basura Cero”.
“Basura Cero es una filosofía y un principio modelo para el siglo XXI. Incluye el ‘reciclaje’ pero también va más allá de este método para darle un enfoque de ‘sistema global’ al vasto flujo de recursos y desechos de la sociedad humana. “Basura cero” maximiza el reciclaje, disminuye los desechos, reduce el consumo y garantiza que los productos sean fabricados para ser reutilizados, reparados o reciclados para volver a la naturaleza o al mercado” (GrassRoots Recycling Network).
A nivel práctico, “basura cero” rediseña el actual sistema industrial unidireccional para convertirlo en un sistema circular basado en las exitosas estrategias de la naturaleza; cuestiona los sistemas comerciales mal diseñados que “utilizan demasiados recursos para lograr que muy pocas personas sean más productivas” y que dependen para ellos de materiales tóxicos.
Mediante la creación de empleos y la participación ciudadana, aborda el problema del creciente desperdicio de los recursos humanos y el deterioro de la democracia; ayuda a las comunidades a alcanzar una economía local que funcione eficazmente, cree buenos empleos, y ofrezca una medida de autosuficiencia, y se propone eliminar los desechos en lugar de gestionarlos.
Basura Cero en la Ciudad de Buenos Aires:
En la Ciudad de Buenos Aires la basura es uno de los problemas estructurales más importantes; a diario se entierran en rellenos sanitarios más de 5 mil toneladas.
Ganada la pulseada contra la incineración en Argentina y ante la grave situación y la evidencia clara sobre la necesidad de hacer un cambio profundo en el modelo de manejo de residuos sólidos urbanos, en agosto de 2004 Greenpeace Argentina presentó un “Plan de Basura Cero para Buenos Aires”, que propone una serie de medidas a tomar, basadas en el concepto Basura Cero y en experiencias llevadas a cabo en distintos lugares del mundo. Hacé click aquí para leer el informe.
Fue así como en septiembre de 2004, varios legisladores, con apoyo de Greenpeace, la cooperativa El Ceibo y otros representantes del sector no gubernamental, presentaron un proyecto de ley de Basura Cero, titulado Ley de gestión integral de residuos sólidos urbanos.
El proyecto fue debatido en un proceso que duró un año, y llamó a la participación de distintos sectores, desde universidades, organizaciones ambientalistas, representantes de agrupaciones cartoneras, sectores empresariales y gubernamentales.
Tras idas y venidas, y con algunas modificaciones al proyecto original, la ley fue aprobada por unanimidad en noviembre de 2005. Desde entonces Greenpeace continúa reclamando la implementación de esta ley al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
La Ley 1.854 de gestión integral de residuos sólidos urbanos define criterios de gestión de los residuos generados en la Ciudad de Buenos Aires y brinda las herramientas para generar la transformación que el actual sistema necesita con urgencia.
El plan propuesto por la Ley es la progresiva reducción de la cantidad de basura que se entierra mediante el crecimiento de las industrias asociadas al reciclado y recuperación de materiales y la reducción en la generación de residuos. Para el año 2010 se cumple la primera meta de una reducción del 30% del total de residuos enviados a los rellenos respecto de lo enterrado en el año 2004 y las demoras en la aplicación de esta ley son enormes.
“Basura Cero” permite compatibilizar virtuosamente economía, trabajo y limpieza ya que ofrece una solución para la crisis en la que se encuentran los rellenos sanitarios, que se agotan y son muy resistidos por los vecinos; genera una actividad económica que demanda una importante mano de obra y crea un circuito de materiales y energía eficiente y ambientalmente sustentable.
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En noviembre de 2010 Greenpece, junto a la Asociación de comerciantes de Monte Castro, comenzó el programa piloto “Basura Cero en Monte Castro” que consiste en una asistencia conjunta y permanente a los vecinos del barrio para el cumplimiento de la Ley Basura Cero.